El tren de Jesús, el tren de la Vida está en marcha. Quien está de viaje con Jesús no necesita demasiadas cosas. Lo importante es viajar con Él. El tren pasa y uno se puede montar o se puede quedar en la estación. Es un tren en un movimiento alcanzable, pero si vamos demasiado cargados de objetos no podremos subir. ¿Qué es mejor: una carga demasiado grande e inservible o estar en el tren de Jesús? Él nos tiende su mano para que subamos a su lado. ¡Adelante!
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